La mexicana que borda escenas de 'Los Simpson' y las vende hasta en Singapur

Dicen que para todo momento en la vida hay una escena de Los Simpson. La cuenta Bazar Bartiano en Instagram, especializada en realizar bordados sobre la serie avala esta frase que todos hemos utilizado alguna vez.

Detrás de este trabajo, hecho con tanto detalle y muy apegado a la serie, está Gabriela Martínez, una mexicana que vive en Aguascalientes y que compagina su trabajo como asistente administrativa con sus otras dos pasiones, bordar y Los Simpson. “Cuando era chica mi abuela me enseñó punto de cruz, después aprendí a bordar. Cuando en 2015 vi en redes que volvió a ponerse de moda el bordado, retomé lo que sabía y empecé a hacerlos para mí y mis amigos, luego empecé a recibir pedidos y comencé a venderlos”, dice la joven de 29 años.

Con más de 85.000 seguidores en Instagram, Gabriela abre cada mes espacio para seis pedidos. Realizar una escena como las que recrea la mexicana toda a mano, sobre fieltro, supone una media de 30 horas de trabajo y sus diseños cuestan entre 90 y 300 dólares, dependiendo de los detalles que tenga que plasmar con la aguja y el hilo. A través de redes ha recibido encargos en México, pero la mayoría los manda a Estados Unidos, Australia, Francia y Singapur. Ahora con la pandemia, la joven dice que tiene más tiempo para bordar y que han aumentado los pedidos, así que aprovecha para bordar mientras ve una serie o escucha un podcast después de su trabajo de oficina.

“La gente con la que me llevo siempre tenemos en común el amor por Los Simpson”, explica Gabriela. “Cuando alguien me pide un bordado me explica por qué eligieron esa escena o por qué aman un personaje”, cuenta Martínez a Verne por vía telefónica. Ella responde que su personaje favorito es Homero. “Me gusta por su dualidad. Es alguien que muchas veces solo le importa él mismo, pero luego te enseña que tiene amor a su familia y por su trabajo, aunque a veces también lo odie. Es un personaje muy humano”, señala.

Gabriela Martínez recuerda con especial cariño a María del Carmen, su abuela quien le enseñó a bordar y que falleció hace unas semanas. “Estoy contenta porque mi abuela llegó a ver mis bordados, gracias a ella tengo un ingreso extra con lo que vendo. Siempre le estaré muy agradecida por todo lo que me enseñó”.

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