Son palabras que aparecen tan a menudo en conversaciones cotidianas que nadie se plantea si esconden algún significado detrás de la marca. Pero ciertos nombres de grandes empresas españolas esconden una historia curiosa detrás: del homenaje a las mascotas a declaraciones de amor.
Panrico
No, el nombre de la empresa no hace referencia, aunque lo parezca, a que el pan que venden esté rico. Se trata del acrónimo de Panificio Rivera Costafreda. Andrés Costafreda fundó Donut Corporation en 1962 y luego se asoció con la familia Rivera para crear Panrico.
Zara
Cuando Amancio Ortega acudió a registrar el nombre de su primera tienda, en 1975, descubrió que en A Coruña ya había otro comercio que se llamaba como él había elegido: Zorba. Así que se puso a jugar con las letras y así surgió Zara, el nombre que llevan más de 2.000 tiendas en todo el mundo.
Marco Aldany
A pesar de que tenga claras reminiscencias italianas, la marca de esta cadena de peluquerías se debe a la unión de los nombres de los tres hermanos fundadores, madrileños: Marcos, Alejandro y Daniel Fernández Luengo. "Pensábamos que si viene de fuera siempre va a sonar bien y lo italiano siempre se ha asociado al mundo de la moda", explicaba Alejandro Fernández en esta entrevista.
Joma
Una apuesta habitual del naming: juntar las primeras sílabas de dos palabras. En este caso, Fructuoso López decidió usó el nombre de su hijo - José Manuel López - para poner nombre a su compañía, en 1965. Ahora, José Manuel es el director general de la empresa.
Camper
La marca mallorquina nació en 1975 pero su fundador, Lorenzo Fluxà, era hijo y nieto de zapateros, así que quiso darle a su empresa un toque tradicional. Camper es la palabra que se utiliza en mallorquín para decir campesino y el primer modelo de la marca fue el Camaleón, inspirado en el calzado que usaban los campesinos de la zona.
Ceac
Aunque ahora es posible hacer cursos a distancia de decorador e interiorista, domótica o enología, en 1946, cuando nació CEAC, solo ofrecía un curso para aparejadores y de ahí tomó su nombre: Centro de Estudios de Aparejadores por Correspondencia.
Dia
¿Te has preguntado alguna vez por qué el logo de estas tiendas no lleva tilde? Pues porque no tiene que ver con la compra diaria ni con este periodo de tiempo. Es el acrónimo de Distribuidora Internacional de Alimentación.
Alsa
El origen de esta empresa está en Asturias, concretamente en la localidad de Luarca. Es el acrónimo de Automóviles Luarca, S.A., una sociedad que se creó en 1923, heredera de La Ferrocarrilana, la primera compañía de diligencias que en el siglo XIX cubrió el trayecto Luarca-Oviedo en 15 horas.
Bimba y Lola
El nombre de esta marca de moda española ha llegado hasta a los tribunales. Bimba Bosé -que nada tiene que ver con la firma, aunque mucha gente lo piense- denunció a las fundadoras, María y Uxía Domínguez, porque ella tiene registrada la marca Bimba y consideraba que el público podía confundirse. Las hermanas propietarias de la cadena de tiendas de ropa, que son sobrinas de Adolfo Domínguez, argumentaron que Bimba y Lola eran los nombres de sus dos perros. De hecho, el logo de la marca es la silueta de un galgo. Finalmente, el Tribunal Supremo dio la razón a las demandadas el pasado verano y consideró que las dos marcas eran compatibles en el mercado al no ser competencia.
Eroski
El nombre de la cadena de supermercados es la unión de dos palabras del euskera: erosi (compar) y toki (lugar). Aproximadamente, la traducción sería lugar donde comprar.
Famosa
Fábricas Agrupadas de Muñecas de Onil, S.A. Onil es uno de los pueblos que forman parte del Valle del Juguete en Alicante (con Ibi y Castalla). En 1957, 25 fábricas se unieron para crear la empresa.
Chiruca
Esas botas duras y robustas que quizás compraste en Decathlon pensando que cumplirías uno de los propósitos de años nuevo y nunca usaste esconden una historia mucho menos ruda. Chiruca era el diminutivo cariñoso de la señora Mercedes, la esposa gallega de su creador, el ingeniero textil Lluís Fontfreda i Castanyer.
Kas
Los hermanos Knörr, descendientes de un alemán asentado en Vitoria, eran los propietarios de la fábrica de gaseosa El As. Allí se creó en los años 50 el refresco resultante de mezclar la gaseosa con el zumo de naranja, antes de que Fanta llegar a a España. Años después, decidieron añadirle la K del apellido familiar al nombre de la nueva bebida, formando KAS.
Hay marcas españolas que nacieron de una manera mucho más prosaica y donde los creadores se limitaron a ponerle su nombre o su apellido. Es el ejemplo de la cadena de tiendas de ropa Blanco, fundada por el cántabro Bernardo Blanco Solana. O de los restaurantes de sandwiches Rodilla, cuyo creador se llamaba Antonio Rodilla. La zapatillas Victoria deben su nombre a un acto de amor. Gregorio, su creador, quiso dedicárselas a su esposa. La pareja solo llevaba un año casada y vivían en un pueblo de La Rioja. Era 1915, hace casi un siglo.
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