Este fin de semana, numerosos medios nacionales publicaron el mensaje en Instagram de un funcionario de la Secretaría de Educación Pública del Estado de Puebla en el que invita a exterminar a los voladores de Papantla. “Hagamos patria y exterminémoslos; ellos solo viven de nuestros impuestos sin aportar nada. Son unos chupasangre”, dice la publicación. Su cuenta en Facebook, de donde se tomó el pantallazo, ha sido eliminada. Su cuenta de Instagram no está disponible públicamente. La SEP ha anunciado en su cuenta de Twitter que el funcionario, Roberto Vega Monroy, será destituido. Aquí le explicamos al pedagogo por qué eliminar esta tradición sería un grave error.
1. Es un ritual milenario. La ceremonia de los voladores es realizada por la comunidad totonaca, que habita principalmente en el Estado de Veracruz (Papantla es un municipio veracruzano) desde hace 1.500 años, según datos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). La parte más famosa de este ritual es cuando sus integrantes descienden de la cima de un palo o estructura de madera sujetados de una cuerda. La marca de cámaras GoPro realizó un video en el que colocó sus dispositivos en la cabezas de los integrantes para ver la ceremonia desde su punto de vista.
2. No solo se realiza en Papantla. Existen registros de que esta ceremonia se ha realizado en zonas desde el norte de México hasta Nicaragua, explica el INAH. En este video puedes cómo se practica este ritual en Guatemala.
3. No es nada fácil ser un volador. Los palos de donde se lanzan los voladores puede medir hasta 40 metros de altura. Se requiere de mucho equilibrio, coordinación y fuerza para poder realizar esta parte de la ceremonia, por lo que a los voladores se les entrena desde niños en escuelas especiales, según datos del INAH. “En los setenta surgió la primera organización de voladores, pero también la competencia desleal y se perdió su sentido espiritual", dijo Narciso Hernández Jiménez, miembro del Consejo de Voladores de Veracruz, en una entrevista para el INAH. “Ante este peligro se fundó la Escuela de Niños Voladores, en donde se enseñan los principios espirituales del rito”.
4. Es más que un acto de acrobacia. El ritual es un tributo a los dioses para evitar las sequías, explica el documento del INAH. “Su objeto es expresar el respeto profesado hacia la naturaleza y el universo espiritual, así como la armonía con ambos”, explica la web de la UNESCO. La ceremonia comienza mucho antes de que los voladores suben a la cima del palo. La comunidad totonaca lo llama hotni y comienza desde la búsqueda y tala del árbol que será el palo volador o tsakáe kiwi, según el antropólogo Guy Stresser-Péan en su libro La Danza del Volador. Los integrantes se someten al ayuno y la abstinencia sexual como parte de la ceremonia, explica en el texto.
5. Es apreciado en varios países. Los voladores de Papantla no solo se han presentado en prácticamente todos los Estados de México, también han practicado la ceremonia en varios países como Canadá, Chile, Cuba, Estados Unidos, Colombia, Dinamarca, España, Francia, Alemania, Japón, Holanda e Inglaterra, según datos de la Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. La ceremonia también se presentó durante los Juegos Olímpicos Barcelona 92.
6. UNESCO reconoce su importancia cultural. En 2009, el ritual de los voladores fue inscrita en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO. “La inscripción les dota de una estructura de protección para esta parte de su cultura y también de compromiso de México de preservarlo”, comentó Francisco López Morales, director de Patrimonio Mundial del INAH en un comunicado del Instituto. La web de la UNESCO indica que “la ceremonia de los voladores constituye un motivo a sus ejecutantes para enorgullecerse de su patrimonio y de su identidad culturales”.
Sigue a Verne México en Facebook, Twitter e Instagram y no te pierdas tu ración diaria de maravillas de Internet.
