El profesor de matemáticas está hablando de geometría. Le estás oyendo, pero no está tan claro que le estés escuchando. A la vez, estás haciendo dibujos y garabatos en tu libro de texto. Hasta que el profesor pasa por tu lado y, entonces, vuelves a los números. ¿Te resulta familiar? Pues no hablamos de ti, sino de un adolescente del siglo XVIII.
El Museo de la Vida Rural Inglesa, ubicado en Reading (a 65 kilómetros al oeste de Londres), ha difundido en Twitter imágenes de un libro de matemáticas que perteneció a Richard Beale, que en 1784, según las estimaciones del museo, tenía 13 años. "Como le pasa a cualquier adolescente, las matemáticas no podían llenar el vacío en el corazón de Richard. Él garabateaba", dice el museo en Twitter. Este es uno de sus dibujos.
Richard put an 18th century chicken in some trousers. pic.twitter.com/L57TGCSU16
— The Museum of English Rural Life (@TheMERL) 6 de octubre de 2018
Richard ha puesto pantalones a un pollo del siglo XVIII
El museo inglés publicó los dibujos del entonces joven Beale en un hilo de Twitter retuiteado más de 20.000 veces en ocho días desde 6 de octubre (puedes leerlo completo al final del artículo). En el hilo, el museo explica que encontraron el cuaderno en una caja llena de diarios de habitantes de Kent que tenían en su archivo. Beale vivía en una granja de Biddenden, un pueblo de la zona. El dibujo que más repite es el de un perro: "Creemos que la familia tenía este perro, que aparece por todos lados".
We think his family owned this dog, which pops up all over the place. pic.twitter.com/nSHydhpK5o
— The Museum of English Rural Life (@TheMERL) 6 de octubre de 2018
Creemos que la familia tenía este perro, que aparece por todos lados
Here it is possessed. pic.twitter.com/IgD3KXVJl5
— The Museum of English Rural Life (@TheMERL) 6 de octubre de 2018
Aquí está poseído.
Here it is chasing a rabbit with a friend. pic.twitter.com/45b34mQWiE
— The Museum of English Rural Life (@TheMERL) 6 de octubre de 2018
Aquí está persiguiendo a un conejo con un amigo.
This dog has seen some shit. pic.twitter.com/9bhpIY3baH
— The Museum of English Rural Life (@TheMERL) 6 de octubre de 2018
Este perro ha visto algo muy serio.
"Richard Beale es una de las muchas personas a lo largo de la historia a las que les gusta garabatear. Es a través de estos dibujos como personas del pasado resucitan y parecen de carne y hueso", añade el museo en Twitter. Este niño inglés se las ingeniaba para que sus garabatos se adaptasen a formas geométricas y ecuaciones.
Richard also starts incorporating his doodles into his mathematics, with beautiful ships, lighthouses, street scenes and trees. pic.twitter.com/hPqVJFPqTu
— The Museum of English Rural Life (@TheMERL) 6 de octubre de 2018
Richard también empieza a incorporar sus garabatos en sus cuentas matemáticas, con bellos barcos, faros, escenas callejeras y árboles
"Cuando ves a un adolescente de 13 años del siglo XVIII haciendo el tipo de garabatos que hacen los niños de hoy en día, te pones en su lugar. Hay una conexión instantánea. Además, es algo estúpido", dice en The Guardian uno de los responsables del museo, Adam Koszary.
La autora de Harry Potter, J.K. Rowling, ha compartido la historia en su cuenta de Twitter: "Este hilo es realmente maravilloso". El museo le ha propuesto que escriba una historia sobre el pollo con pantalones, a lo que Rowling ha contestado que "su mejor amigo será un pato con pasamontañas".
Dibujar para estar más atento
Dibujar mientras nos aburrimos no solo es cosa de niños y adolescentes. Si te fijas en tu próxima reunión, es muy posible que veas a compañeros haciendo garabatos en su cuaderno. También puede que lo hagas de forma automática cuando estás hablando por teléfono. Es algo natural y que no siempre implica que estés distraído.
Como explica la psicóloga de la Universidad de Plymouth Jackie Andrade en este artículo, hacer garabatos puede reforzar nuestra concentración durante momentos aburridos. "Una tarea simple, como hacer garabatos, puede ser suficiente para dejar de desconcentrarte -de tu tarea aburrida-", explica. En uno de sus experimentos, publicado en la revista Applied Cognitive Psychology, comprobó que las personas que hacían garabatos se quedaron con más datos de un mensaje aburrido que las que no dibujaban mientras escuchaban.
Cuando dibujamos, como se detalla en este artículo de The Atlantic, aumenta considerablemente nuestra capacidad de atención. Parece contradictorio, pero no lo es: dibujar hace que tu cerebro se active y, con ello, prestas algo más de atención a esa charla tan aburrida que te están pegando.
Los garabatos de Richard Beale
Ok, we found something amazing and we demand you to come on a journey with us:
— The Museum of English Rural Life (@TheMERL) 6 de octubre de 2018
Vale, hemos encontrado algo impresionante y te pedimos que nos acompañes en este viaje.
A lot of our offices are like this.
— The Museum of English Rural Life (@TheMERL) 6 de octubre de 2018
The usual depressing office furniture, the utilitarian bookshelves, the archive trolleys which we *definitely* don’t ride down the corridors and… pic.twitter.com/qTApFQDDn7
Muchas de nuestras oficinas son como esta. Los habituales y deprimentes muebles de oficina, las estanterías y los carritos de archivos que *definitivamente* no deslizamos por los pasillos y...
…boxes with eighteenth century diaries from Kent.
— The Museum of English Rural Life (@TheMERL) 6 de octubre de 2018
Just normal archive stuff. pic.twitter.com/tJ7Fbd6fuk
cajas con diarios de Kent del siglo XVIII. Solo cosas normales de archivos.
Except this isn’t your normal farm diary.
— The Museum of English Rural Life (@TheMERL) 6 de octubre de 2018
It's not even a diary.
It’s a Mathematics book owned by someone called Richard Beale, from a farm in Biddenden, Kent. pic.twitter.com/mHRQihidOB
Excepto que esto es un diario de granja normal. No es ni un diario. Es un libro de matemáticas de alguien llamado Richard Beale, de una granja de Biddenden, Kent.
Every generation of the Beale family had a Richard, and we think the one who owned this book was 13 years old in 1784.
— The Museum of English Rural Life (@TheMERL) 6 de octubre de 2018
He used the book for writing out mathematical equations and problems. pic.twitter.com/a3RicOM0gr
Todas las generaciones de la familia Beale tenían un Richard y pensamos que el dueño de este libro tenía 13 años en 1784. Usaba el libro para escribir ecuaciones y problemas matemáticos.
If Richard was indeed the 13 year old, he had a beautiful hand. His mathematics are laid out like a dream.
— The Museum of English Rural Life (@TheMERL) 6 de octubre de 2018
But, like every teenager, mathematics couldn’t fill the void of Richard's heart. pic.twitter.com/uieEyt930Q
Si Richard tenía 13 años, tenía buena letra. Sus cuentas de matemáticas son expuestas como un sueño. Pero, como cualquier adolescente, las matemáticas no podían llenar el vacío en su corazón.
Richard doodled. pic.twitter.com/jRKPzVSZKk
— The Museum of English Rural Life (@TheMERL) 6 de octubre de 2018
Richard garabateaba.
We think his family owned this dog, which pops up all over the place. pic.twitter.com/nSHydhpK5o
— The Museum of English Rural Life (@TheMERL) 6 de octubre de 2018
Creemos que la familia tenía este perro, que aparece todo el rato
Here it is possessed. pic.twitter.com/IgD3KXVJl5
— The Museum of English Rural Life (@TheMERL) 6 de octubre de 2018
Aquí está poseído.
Here it is chasing a rabbit with a friend. pic.twitter.com/45b34mQWiE
— The Museum of English Rural Life (@TheMERL) 6 de octubre de 2018
Aquí está persiguiendo a un conejo con un amigo.
This dog has seen some shit. pic.twitter.com/9bhpIY3baH
— The Museum of English Rural Life (@TheMERL) 6 de octubre de 2018
Este perro ha visto algo muy serio.
Richard also starts incorporating his doodles into his mathematics, with beautiful ships, lighthouses, street scenes and trees. pic.twitter.com/hPqVJFPqTu
— The Museum of English Rural Life (@TheMERL) 6 de octubre de 2018
Richard también empieza a incorporar sus garabatos en sus cuentas matemáticas, con bellos barcos, faros, escenas callegeras y árboles
But there’s one thing we didn’t expect to see.
— The Museum of English Rural Life (@TheMERL) 6 de octubre de 2018
Pero aquí hay algo que no esperábamos ver.
Richard put an 18th century chicken in some trousers. pic.twitter.com/L57TGCSU16
— The Museum of English Rural Life (@TheMERL) 6 de octubre de 2018
Richard ha puesto pantalones a un pollo del siglo XVIII
— The Museum of English Rural Life (@TheMERL) 6 de octubre de 2018
Richard Beale is just one of many doodlers throughout history, but it’s through these drawings that people from the past are brought to life and made flesh and blood.
— The Museum of English Rural Life (@TheMERL) 6 de octubre de 2018
We love archives, and we love it when people use them. Get in touch if you want to: https://t.co/bsrWc0WGOM
Richard Beale es una de las muchas personas a lo largo de la historia a las que les gusta garabatear. Es a través de estos dibujos como personas del pasado resucitan y parecen de carne y hueso. Nos encantan los archivos y nos encanta que la gente los use. Ponte en contacto si quieres.
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