El nombre de Manuel Castells como candidato para ocupar el puesto de ministro de Universidades se dio a conocer el 5 de enero, antes incluso de que Pedro Sánchez superase con éxito la investidura. Ese mismo día, apareció en Twitter @ManCastells, una cuenta que se hacía pasar por el académico. El 8 de enero, este perfil publicó un mensaje en el que anunciaba falsamente la muerte del sociólogo Alain Touraine y, el día 13, la del politólogo Francis Fukuyama. Media hora después de publicar esta información, tuiteaba el siguiente mensaje: "Cuenta Falsa creada por el periodista italiano Tommaso Debenedetti". Este martes 14 de enero, otra cuenta falsa que se hacía pasar por la editorial Alfaguara –y también atribuida a Debenedetti– lo ha vuelto a hacer, anunciando la muerte de Javier Marías.
Tommaso Debenedetti lleva 20 años publicando noticias falsas. Primero, escribiendo entrevistas inventadas en diarios italianos, algunas a personajes de la talla del Dalai Lama. Y a partir de 2010, cuando se descubrió que sus entrevistas eran un engaño, utilizando perfiles falsos en redes sociales. El modus operandi utilizado desde la cuenta falsa de Alfaguara para anunciar la muerte de Marías ha sido similar a la de Castells y la misma que Debenedetti ha utilizado con decenas de políticos y escritores durante la última década.
Desmentimos rotundamente cualquier información que aparezca en la cuenta @alfaguarainfo que no tiene vinculación alguna con la editorial y que afortunadamente ha sido suspendida por propagar bulos.
— Alfaguara (@Alfaguara_es) January 14, 2020
Primero, el italiano crea un perfil falso y publica varios tuits desde ella, para que la cuenta no parezca recién abierta. Después, publica una noticia falsa. Este 14 de enero, desde el perfil falso de Alfaguara, se tuiteaba: "Urgente. Fallece por infarto Javier Marías". 20 minutos después, la cuenta publicaba otro mensaje atribuyendo esta jugada a Debenedetti, y era eliminada. A pesar de que el último tuit de estas cuentas antes del borrado siempre incluye la "firma" del italiano, este no ha reivindicado su autoría a título personal: Debenedetti no cuenta con página web propia ni perfiles personales activos en redes sociales.
Veinte años mintiendo
"[Mi primera entrevista inventada] fue en el año 2000, creo que fue a Gore Vidal", contaba Tommaso Debenedetti en una entrevista a EL PAÍS en 2010, después de que se descubriera que había publicado unas 80 entrevistas inventadas a personajes de relevancia internacional como Mijaíl Gorbachov, Noam Chomsky o Joseph Ratzinger. Sus invenciones salieron a la luz después de que una periodista preguntara al escritor Philip Roth por unas declaraciones sobre Obama que este no había hecho nunca. Eran de una entrevista falsa de Debenedetti, que no se ha arrepentido: "Me gusta ser el campeón italiano de la mentira", decía a este diario.
Después de que se descubrieran sus entrevistas inventadas, el italiano se ha dedicado a crear perfiles falsos en redes sociales, donde ha suplantado a escritores y políticos. En 2010 y 2011 creó perfiles de Facebook para autores como Almudena Grandes, Umberto Eco y Mario Vargas Llosa. En Twitter ha "matado" a Gabriel García Márquez usando una cuenta falsa de Umberto Eco (dos años antes de que el escritor falleciera), a Mijaíl Gorbachov, a Fidel Castro, a J. K. Rowling, al Papa, a Pedro Almodóvar... Se ha hecho pasar por el expresidente afgano Hamid Karzai (mientras era presidente), por Bashar al-Assad y por Wendy Deng, la exmujer del magnate Rupert Murdoch. Según recordaba The Guardian, utilizó el perfil falso de Deng para flirtear con el cómico Ricky Gervais. También dice ser el autor en 2013 de la foto falsa Hugo Chávez entubado que nunca debió publicar EL PAÍS.
En 2015, una noticia de The New York Times dio por buena una cuenta de Mario Vargas Llosa también creada por Debenedetti, y citó uno de sus tuits. El diario estadounidense publicó después la rectificación que el propio Vargas Llosa les envió.
Ese mismo año, también se hizo pasar por la ganadora del Nobel de Literatura Svetlana Alexievich. Actualmente, es difícil seguirle el rastro por internet: no cuenta con página web ni perfiles a su nombre en ninguna red social, salvo una cuenta de Twitter abandonada en 2012 y cuya veracidad nunca ha confirmado. Además, las cuentas falsas que crea, después de revelar el engaño, siempre son eliminadas.
Manuel Castells no ha sido el primer ministro español en ser víctima de las mentiras de Debenedetti. En 2016, tras el nombramiento de Álvaro Nadal como ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, el italiano aprovechó que tampoco tenía Twitter para crearle una cuenta falsa. Antes, en 2012, se atribuyó las cuentas falsas de, entre otros, Cristobal Montoro, Luis de Guindos o Alberto Ruiz Gallardón.
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