(Si estás pensando en provocarte un aborto tú sola y has llegado hasta aquí buscándolo en Google, debes saber que pones en riesgo tu vida. Según la OMS, 47.000 mujeres murieron en 2008 debido a los abortos inseguros, un 13% de todas las muertes relacionadas con el embarazo).
¿Cómo se puede abortar en un país en el que está prohibido el aborto? Bien, hay varias maneras: si te atropella un coche, cayendo por las escaleras o golpeándote en la tripa, por ejemplo. Son "soluciones" que aportan estos falsos tutoriales subidos hace tres semanas a YouTube y que, entre los tres, acumulan casi medio millón de reproducciones.
Obviamente, los vídeos no quieren que ninguna mujer aborte en su propia casa, algo que descubre cualquiera que llegue hasta el final de las grabaciones. Es una campaña que ha lanzado la asociación chilena MILES para denunciar que muchas mujeres tienen que acudir a abortos clandestinos porque la interrupción voluntaria del embarazo está penada en todos los supuestos en todo el país. Actualmente, los chilenos están debatiendo el proyecto de ley de aborto terapéutico. Pero la idea de los mensajes es tan provocadora y agresiva que ha conseguido lo que quería: generar polémica y debate sobre el tema, incluso fuera de sus fronteras.
“Sabemos que es una campaña fuerte pero está absolutamente en sintonía con la realidad de Chile, porque las mujeres son capaces de hacer cualquier cosa en medio de la soledad y la angustia a la que pueden llegar en estos casos y sin ningún tipo de ayuda. Antes las parteras se pasaban los datos de cómo hacerlo, hoy existen las redes sociales", dice en un comunicado Claudia Dides, directora de la ONG. La campaña 'Apoya la Ley, termina con la discusión' ha recibido muchas críticas, algunas por parte de aquellos que les acusan de dar ideas a mujeres para que acaben con su embarazo.
“Cuando ves que hay más de 30.000 egresos hospitalarios por distintos tipos de abortos, te das cuenta de que hay una necesidad concreta que hoy tiene a los doctores y a sus pacientes de manos atadas legalmente”, dice Claudia Dides. Ese fue el caso de la periodista chilena y por mucho tiempo colaboradora de la ONG, Paola Dragnic, que lleva meses contando su experiencia para intentar crear conciencia de que es necesario cambiar la ley. “Casi me mataron, porque no quisieron hacerme un aborto terapéutico”, nos dice.
Su feto era inviable (era un embarazo triploide) pero no le permitían abortar porque su situación aún no suponía un riesgo vital para ella, aunque daban por hecho que era algo que iba a pasar. Su médico le recomendó ir a Estados Unidos para poder abortar pero finalmente antes de hacerlo, su cuerpo colapsó y pudieron realizarle el aborto terapéutico porque su vida corría peligro. "El médico tenía que esperar a que yo estuviera en riesgo vital para interrumpir mi embarazo".
En Chile existía el derecho al aborto terapéutico desde 1931 pero cuando la dictadura de Augusto Pinochet agonizaba (en 1989) se prohibió. Sin embargo, se estima que cada año se producen al menos 70.000 interrupciones del embarazo clandestinas, según el informe de Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales.
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