El sismo de 7,1 grados Richter que sacudió el centro de México el 19 de septiembre ha dejado una lista incontable de daños en inmuebles, personas damnificadas y actos bondadosos en torno a los necesitados. Durante el movimiento telúrico se ha registrado un fenómeno inusual en el Estado de México. Un video que circula en redes sociales muestra el momento en que el concreto de una calle se levanta en el momento del sismo, simulando una respiración de la tierra.
El video fue captado por el hidalguense Rigoberto Silva, de 32 años en las calles de Ecatepec. “Yo iba caminando por la calle cuando empezó a temblar, la gente empezó a salir y vi cómo se levantaba el pavimento”, cuenta a Verne vía telefónica. “Fue impresionante, por eso lo subí a YouTube”, dice.
El material fue retomado por varias cuentas en redes sociales. Una versión en Facebook acumula 18 millones de reproducciones y ha sido compartida más de medio millón de veces desde el momento del terremoto. Sin embargo, lo que parece ser un fenómeno donde la tierra busca un respiro no es más que un fenómeno físico derivado del movimiento de placas y el tipo de suelo.
Ricardo Méndez Fragoso, doctor en Física y académico de la Facultad de Ciencias de la UNAM explica a Verne que el tipo de suelo de la zona reaccionó al movimiento de ondas provocado por el sismo. “El tipo de suelo en esa zona es arcilloso, por lo que al momento del sismo se comportó como un líquido”, dice vía telefónica.
El tope, fabricado de concreto hidráulico, estaba fracturado a la mitad y cuando la onda sísmica alcanzaba su punto más alto parecía que se abría la tierra. “En esa zona la tierra con movimiento se comporta como gelatina. Al pasar por la fractura se ve muy impresionante, pero no es más que una coincidencia”, precisa.
El especialista en física destaca que en otras zonas de la Ciudad de México, donde el tipo de suelo es rocoso o volcánico, como en el sur, se dan movimientos menos oscilatorios y más vibrantes. “En esa zona se siente como si se meciera por tratarse de un suelo más blando”, comenta el académico.
Ya que estás aquí...
… Miles de voluntarios se han unido a los esfuerzos para rescatar a las personas atrapadas entre los escombros que dejó el sismo en México y llevar insumos a los necesitados. “Los momentos de pánico inicial tras la sacudida de magnitud 7,1 dejaron paso a un aluvión de solidaridad, una comunión espontánea con la que tratar de minimizar el dolor”, escribe Javier Lafuente en EL PAÍS.
... Alrededor de 24.000 habitantes de Ciudad de México han sido atendidos en albergues desde el terremoto, según ha informado el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.
... Aún no existe una cifra oficial total de edificios inhabitables. Solo en la Ciudad de México se han examinado más de 7.649 inmuebles, de los cuales 1.000 no están en condiciones de ser habitados.
… Jojutla (Morelos), el municipio más cercano al epicentro del sismo, es también una de las zonas más afectadas.
... Se han instalado cientos de centros de acopio en la capital, que todavía solicitan productos básicos como medicinas y alimentos. Los brigadistas también han pedido material para sus labores de rescate como palas, picos, cascos, guantes, cubrebocas y linternas.
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