Sin crucifijo y sin Biblia. Solo ante un ejemplar de la Constitución. Pedro Sánchez es el séptimo presidente de la democracia y el primero en prometer su cargo sin símbolos religiosos. El gesto en la toma de posesión no ha pasado desapercibido ni entre periodistas ni en redes sociales. Algunos se preguntan por qué todavía sorprende esto si España es un estado aconfesional.
Por primera vez en una toma de posesión de un presidente de gobierno ni crucifijo ni biblia encima de la mesa. Detalles.
— Jordi Évole (@jordievole) 2 de junio de 2018
Muy mal Pedro Sánchez prescindiendo de la Biblia y el crucifijo en su toma de posesión. ¿Qué se ha creído, que esto es un Estado aconfesional?
— Dios (@diostuitero) 2 de junio de 2018
Hay quienes se extrañan o incluso quienes se escandalizan de q el presidente @sanchezcastejon prometa y no jure, y lo haga ante la Constitución y no ante la biblia y la cruz.
— Arsenio Escolar (@arsenioescolar) 2 de junio de 2018
Y no, no deberían. En un Estado aconfesional, lo que debería extrañarnos y escandalizarnos es lo anterior
Pedro Sánchez promete el cargo sin biblia ni crucifijo.
— El Cuñadómetro (@cunadometro) 2 de junio de 2018
La próxima a ver si puede ser también sin rey.
Toma de posesion de @sanchezcastejon sin símbolos religiosos en Zarzuela. Entramos en el siglo XXI
— Pepa Bueno (@PepaBueno) 2 de junio de 2018
El debate sobre el papel de la Iglesia Católica en España salta a las redes periódicamente por detalles como estos, por la misa católica en Televisión Española, el peso mediático de la Conferencia Episcopal, la casilla de la Iglesia en la declaración de la renta, la religión en la escuela concertada o el calendario festivo ligado a celebraciones católicas, entre otros ejemplos.
Precisamente, en este reportaje sobre los festivos religiosos en España explicamos que la Constitución Española no habla de una separación completa entre Iglesia y Estado, algo que nos situaría como un país oficialmente laico. En cambio, sí habla de que "ninguna confesión tendrá carácter estatal" y de que "los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia católica y las demás confesiones". Son esas dos frases las que nos sitúan como un Estado aconfesional.
Y citábamos a José Antonio García, autor de "La libertad religiosa en la negociación colectiva", donde escribe que "no cabe duda de que el peso de la Conferencia Episcopal en materia de festividades religiosas sitúa a la Iglesia Católica en una posición privilegiada con respecto a las demás confesiones minoritarias, a pesar de que nuestra Constitución declara la aconfesionalidad del Estado". García explica esta situación aludiendo al "peso histórico y sociológico que tiene la Iglesia católica en nuestro país". Según un cálculo reciente de Europa Laica, la Iglesia católica recibe 11.000 millones de euros anuales por parte del Estado.
Estos datos te pueden ayudar a entender cómo ha ido cambiado el sentimiento religioso en la España aconfesional:
- Una España con más ateos y cada vez menos católica. Este reportaje de El País explica que "hay dos tendencias claras: la primera es que cada vez un mayor número declara no profesar ninguna religión; la segunda es que, entre aquellos que se identifican como católicos, desciende sin pausa el número de quienes se reconocen practicantes". Este otro reportaje sobre jóvenes ateos y cofrades puede resultar ilustrativo al respecto.
- Uno de cada cuatro españoles se declara ateo o no creyente, según datos del CIS de junio de 2017. Casi el 70% se sigue declarando católico, aunque de este grupo el 60% afirma que no va "casi nunca" a la Iglesia, salvo bodas, comuniones o funerales. Hay cada vez menos bodas por la Iglesia y ha caído en picado el número de vocaciones religiosas en España.
- España también tiene desde 1992 acuerdos con la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España, la Federación de Comunidades Israelitas de España y con la Comisión Islámica de España.
- Mientras juristas y defensores del laicismo piden suprimir del código penal los artículos 523, 524 y 525 -que prevén multas y penas de hasta seis años de cárcel por ofensa de los sentimientos religiosos- las cuatro principales organizaciones de católicos, musulmanes, judíos y evangélicos españoles se unieron hace meses para denunciar lo que califican como "constantes y reiteradas ofensas a los sentimientos" de sus fieles. Desde 2012, las denuncias por supuestas ofensas a los sentimientos religiosos se han multiplicado, pero no suelen traducirse en condenas, como explica este otro reportaje.
* También puedes seguirnos en Instagram y Flipboard. ¡No te pierdas lo mejor de Verne!